Aval solidario vs mancomunado en préstamos personales: diferencias reales, riesgos y cómo pactarlo a tu favor

Si un banco o financiera te pide avalar el préstamo de un familiar o amigo, no es lo mismo firmar un aval solidario que un aval mancomunado (o no solidario). La etiqueta cambia por completo tu riesgo, el orden de reclamación y la facilidad con la que la entidad puede perseguir tus bienes en caso de impago.

En España, la práctica habitual es que las entidades impongan el aval solidario con renuncia expresa a derechos del fiador. Pero existen alternativas y matices que puedes negociar para limitar tu responsabilidad de forma legal. En esta guía te explico, con ejemplos sencillos, qué implica cada tipo de aval, cómo detectarlo en la letra pequeña y qué puedes hacer para protegerte.

Diagrama comparativo de aval solidario vs mancomunado resaltando alcance de responsabilidad

Contenido informativo. Consulte condiciones y redacción contractual actualizada con su entidad o asesor.

Qué es un aval solidario

En un aval solidario, el avalista responde como si fuera el propio deudor. Esto permite a la entidad reclamarle directamente el total adeudado al menor indicio de impago, sin necesidad de agotar primero los bienes del prestatario.

En la práctica, el aval solidario se acompaña de una cláusula tipo: “el avalista responde solidariamente, con renuncia a los beneficios de excusión, división y orden”. Traducido al día a día:

  • Reclamación directa: pueden ir contra ti desde el primer impago.
  • Totalidad de la deuda: si sois varios avalistas solidarios, la entidad puede reclamar el 100% a cualquiera.
  • Ejecución más rápida: simplifica el camino legal de la entidad.

Ventaja para la entidad: máxima seguridad jurídica y rapidez de cobro. Riesgo para ti: asumes la misma exposición que el prestatario, sin control sobre su conducta de pago.

Si quieres aprofundizar en qué deberes asume un garante, aquí explicamos las responsabilidades del avalista con más detalle.

Contrato con cláusulas subrayadas: renuncia a excusión, división y orden

Qué es un aval mancomunado (no solidario)

En un aval mancomunado o no solidario, cada avalista responde solo por la parte de deuda que se le asigna (por ejemplo, a prorrata entre varios) y la entidad debe dividir su reclamación conforme a lo pactado.

Características clave:

  • Responsabilidad limitada por cuota: si hay dos avalistas, podría fijarse un 50% para cada uno (u otro reparto explícito).
  • Orden de reclamación más estricto: en general, la entidad debe dirigirse primero contra el deudor principal.
  • Mayor complejidad para la entidad: el banco no puede cargar el 100% a un único avalista si se pactó mancomunación.

Consecuencia práctica: reduce tu exposición, aunque no elimina el riesgo de que, si el otro avalista no paga su parte, termines afrontando procesos más largos. La redacción exacta del contrato es determinante.

Familia revisando un contrato de préstamo con un asesor en la mesa

Diferencias clave en la práctica

AspectoAval solidarioAval mancomunado (no solidario)
Alcance de responsabilidad100% de la deuda para cada avalistaSolo la parte pactada (p.ej., 50%)
Orden de reclamaciónLa entidad puede ir directamente contra el avalistaHabitualmente primero contra el deudor; se reparte la reclamación
Velocidad de ejecuciónRápida (menos trabas procesales)Más lenta y dividida
Facilidad de la entidadMáximaModerada
NegociaciónEs lo estándar; difícil cambiarlo si hay riesgoPosible si el perfil es sólido o hay garantías alternativas
Riesgo patrimonial del avalistaAltoMedio (según límites)
Letra pequeña típica“Solidario con renuncia a excusión, división y orden”“Mancomunado”, reparto por porcentajes e importe máximo

Cómo te afecta si avalas a un familiar

Cuando avalas a un hijo, pareja o amigo, tu patrimonio (ahorros, nómina, vivienda…) queda expuesto. Con aval solidario, la entidad puede reclamarte íntegramente si el prestatario falla. Con aval mancomunado, el golpe puede ser menor, pero no inexistente.

Antes de firmar, valora:

  • Estabilidad de ingresos del prestatario: tipo de contrato, antigüedad, ratio de endeudamiento.
  • Límite de tu responsabilidad: ¿está por escrito el importe máximo y el plazo?
  • Duración real del aval: evita avales “indefinidos” o que sobreviven tras cancelaciones parciales.
  • Si compensa ser cotitular o avalista según el caso.

Ejemplos numéricos sencillos

Ejemplo 1: 40.000 € con 2 avalistas

Préstamo personal de 40.000 €, TIN 8%, plazo 7 años. Dos avalistas.

Esquema de reclamación de deuda: deudor principal, avalista 1 y avalista 2

  • Aval solidario: Ante impago al mes 18, la entidad reclama 41.500 € aprox. (capital pendiente + intereses devengados + comisión de reclamación). Puede exigir el total a un solo avalista.
  • Aval mancomunado 50/50: Misma deuda, pero la entidad divide su reclamación: 20.750 € a cada avalista (salvo que uno resulte insolvente y el contrato prevea solidaridad subsidiaria, algo que a veces se cuela en la letra pequeña).

Ejemplo 2: límite pactado

Se firma aval mancomunado con importe máximo de 15.000 € por avalista y duración de 48 meses. Si el impago sucede en el mes 60, y el contrato no prorrogó el aval, la entidad tendrá más difícil exigir responsabilidad al avalista. Por eso, fijar importe máximo + plazo es crítico. Sobre esta técnica, te puede ayudar este análisis del aval limitado.

Nota de riesgo: los cálculos de ejemplos son orientativos. Cada contrato define intereses de demora, comisiones y gastos de recobro. Solicita siempre el cuadro de amortización y la TAE.

Cómo pactar un aval mancomunado o limitarlo

Negociar un aval más seguro es posible, pero requiere argumentos y alternativas. Pasos prácticos:

  1. Presenta un perfil sólido: ingresos estables, bajo endeudamiento, buen historial en ficheros de solvencia.
  2. Ofrece garantías sustitutivas o parciales: aumentar entrada, acortar plazo, o aportar otra garantía no personal (p. ej. pignorar un depósito).
  3. Pide redacción específica: que el aval conste como “mancomunado”, con porcentaje o importe máximo claro, duración (caducidad) y sin renuncia a excusión/división/orden.
  4. Evita fórmulas ambiguas: “a primer requerimiento” o “solidariamente con el deudor” anulan en la práctica tus defensas.
  5. Revisa anexos: a veces el límite se detalla en un anexo separado; comprueba coherencia en todo el dossier.

Si la entidad se niega a cambiar la solidaridad, pide al menos un aval limitado en importe y tiempo: es una vía realista para acotar el riesgo.

Tabla visual con porcentajes de responsabilidad entre avalistas

Cláusulas típicas que debes vigilar

  • “Solidario con renuncia a los beneficios de excusión, división y orden”: te sitúa al nivel del deudor. Riesgo alto.
  • “A primer requerimiento”: permite exigir pago inmediato al avalista sin justificar demasiado el impago.
  • “Responsabilidad ilimitada, por principal, intereses, comisiones, costas…”: pide importe máximo global.
  • “Aval vigente hasta la cancelación total de todas las obligaciones presentes y futuras”: negocia caducidad y que el aval solo garantice el préstamo X.
  • Ausencia de importe/plazo en aval mancomunado: sin cifras, es fácil que se reconduzca a solidaridad de facto.

Riesgos frecuentes y cómo reducirlos

  • Ejecución sobre tu vivienda o nómina: si avalas en solidario y hay impago, la entidad puede embargar. Revisa las consecuencias legales de no pagar un préstamo.
  • Morosidad “indirecta”: si el banco te reclama judicialmente como avalista y se dicta resolución, puedes acabar reportado en ficheros de solvencia.
  • Alargamiento del aval: refinanciaciones o carencias pueden extender tu obligación si el contrato lo permite. Negocia límites temporales.
  • Cláusulas cruzadas en pólizas marco: que el aval no cubra “cualesquiera operaciones futuras”. Circunscríbelo a un único préstamo.
  • Seguro de pagos: valora si el prestatario contrata un seguro de protección de pagos. No te blinda al 100%, pero puede reducir la probabilidad de ejecución.

Si ya firmaste un aval solidario: opciones

No es fácil, pero hay caminos:

  • Novación del préstamo para sustituir o limitar el aval (requiere acuerdo del banco y que el prestatario haya mejorado su perfil).
  • Cancelación anticipada parcial o total para desbloquear la liberación del aval si se alcanza cierto umbral.
  • Sustitución del avalista por otro con mejor perfil.
  • Vías legales si la entidad incumple deberes de información o se dan circunstancias excepcionales. Aquí explicamos cómo liberarte como avalista en los supuestos posibles.

Mientras tanto, controla que cualquier modificación del préstamo (plazo, carencia, tipos) no amplíe automáticamente tu riesgo como avalista sin tu consentimiento.

Checklist breve para negociar mejor tu aval

  • Pide copia de la póliza completa antes de firmar.
  • Exige que conste por escrito: tipo de aval (mancomunado), porcentaje o importe máximo y caducidad.
  • Elimina expresiones: “solidario”, “a primer requerimiento”, “renuncia a excusión, división y orden”.
  • Acota el aval al préstamo concreto, no a “otras obligaciones presentes y futuras”.
  • Valora alternativas: mayor entrada, plazo más corto, pignoración de depósito en lugar de aval personal.
  • Si te proponen que seas cotitular en vez de avalista, sopesa riesgos y control. Comparamos ambas figuras en este artículo.

Aviso de riesgo: avalar un préstamo expone tu patrimonio. Antes de firmar, entiende las cláusulas y pide cambios si no se ajustan al riesgo que estás dispuesto a asumir.

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