Ser avalista de un préstamo implica responder con tu patrimonio si el titular no paga. Es un compromiso serio y, a veces, más duradero de lo que imaginamos. La buena noticia: en determinadas situaciones puedes solicitar dejar de ser avalista o limitar tu responsabilidad. La mala: no existe un derecho automático a la liberación; hay que negociarlo o activarlo por vías que la ley y el contrato permiten.
- Qué significa "liberarse" como avalista y cuándo es posible
- Vías legales para dejar de ser avalista (o reducir tu responsabilidad)
- 1) Extinción por pago o cancelación del préstamo
- 2) Novación modificativa con liberación o sustitución del avalista
- 3) Subrogación de deudor
- 4) Revocación en créditos de duración indefinida (tarjetas y líneas)
- 5) Agravación del riesgo sin tu consentimiento
- 6) Otras causas
- Cuándo el banco suele aceptar liberar a un avalista
- Pasos para solicitar la liberación del avalista
- Costes orientativos de liberar a un avalista
- Ejemplos prácticos
- Ejemplo 1: liberación en préstamo personal
- Ejemplo 2: tarjeta revolving con revocación de fianza
- Ejemplo 3: sustitución por garantía real (prenda de vehículo)
- Riesgos y advertencias
- Alternativas si el banco no te libera
- Documentación útil para la solicitud
- Señales de viabilidad (check rápido)
En esta guía práctica te explico, con lenguaje claro, cuándo y cómo pedir tu liberación como avalista, qué alternativas reales existen (sustitución por otro garante, aportar una garantía distinta, subrogación…), qué documentación preparar, qué costes estimar y en qué casos el banco suele aceptar. También verás ejemplos numéricos para entender el impacto real.
Qué significa «liberarse» como avalista y cuándo es posible
“Liberarse” como avalista equivale a dejar de ser garante de un préstamo, total o parcialmente, de forma que tu responsabilidad cese para el futuro. Esto puede ocurrir por:
- Extinción de la obligación principal (se cancela o vence el préstamo).
- Novación del contrato (se modifica para liberarte o sustituirte por otro avalista o por una garantía real).
- Subrogación de deudor (cambia el titular y se libera al avalista anterior).
- Revocación de la fianza en contratos de crédito revolving o líneas de crédito de duración indefinida, aplicable a disposiciones futuras.
- Nulidad o ineficacia de la fianza por irregularidades (por ejemplo, si te agravaron el riesgo sin tu consentimiento).
Importa el tipo de fianza: en España, salvo pacto en contrario, la fianza puede tener beneficio de excusión (el acreedor debe ir primero contra el deudor y sus bienes) y de división (si hay varios avalistas, cada uno por su parte). Sin embargo, en la práctica la mayoría de préstamos imponen fianza solidaria, por la que respondes como el deudor principal por la totalidad de la deuda. Esto influye en las opciones reales.
Si aún no has valorado el alcance de ser garante, revisa primero las responsabilidades legales del avalista y cuándo puede ser preferible ser cotitular en lugar de avalista.
Vías legales para dejar de ser avalista (o reducir tu responsabilidad)
1) Extinción por pago o cancelación del préstamo
La vía más directa: si el préstamo se amortiza totalmente o se cancela mediante subrogación externa (nuevo préstamo que paga al anterior) y la entidad emite la liberación del avalista. Aquí no hay negociación: la obligación desaparece con el pago.
2) Novación modificativa con liberación o sustitución del avalista
Consiste en modificar el contrato vigente para cesar tu fianza. Suele requerir que el riesgo para el banco no empeore. Opciones frecuentes:
- Sustitución por otro avalista con igual o mejor solvencia.
- Cambio de garantía: aportar una garantía real (hipoteca, prenda de vehículo sin desplazamiento, prenda de un depósito/PIAS) que cubra el riesgo.
- Mejora del perfil de riesgo del deudor (más ingresos, menos deudas, antigüedad laboral) que permita prescindir de avalista sin añadir garantías.
Si tu caso implica hipoteca o garantía real, te conviene leer las diferencias y costes de novación vs subrogación vs nueva hipoteca.
3) Subrogación de deudor
Cuando el titular cambia (p. ej., venta de un coche financiado y el comprador asume el préstamo) y el banco acepta, es habitual liberar al avalista del deudor anterior. Requiere nueva evaluación de riesgo del sustituto.
4) Revocación en créditos de duración indefinida (tarjetas y líneas)
En créditos sin vencimiento definido (tarjetas revolving, líneas de crédito), puedes solicitar revocar tu fianza para usos futuros. Normalmente seguirás respondiendo por el saldo existente hasta la fecha de la revocación, pero no por nuevas disposiciones. Conviene formalizarlo por escrito y por conducto fehaciente.
5) Agravación del riesgo sin tu consentimiento
Si el banco y el deudor pactaron modificaciones que te perjudiquen (subir tipo de interés, ampliar plazo con más intereses, elevar el límite del crédito) sin tu consentimiento expreso, hay supuestos en los que la fianza puede quedar extinguida respecto a esa agravación. Requiere revisión contractual y, en su caso, asesoramiento para reclamar.
6) Otras causas
- Límites temporales de la fianza: si la fianza tiene un plazo de duración pactado y vence, ya no respondes por hechos posteriores.
- Derecho de desistimiento del préstamo al consumo (14 días): si el deudor lo ejerce a tiempo y devuelve el capital, tu fianza queda sin efecto.
Recuerda: aunque existan estas vías, la liberación no es automática y debes activarla con solicitud y negociación. Si detectas prácticas irregulares, puedes revisar cómo actúa el Banco de España ante abusos en préstamos.
Cuándo el banco suele aceptar liberar a un avalista
La clave es el riesgo. Tu liberación será más viable cuando se cumpla al menos una de estas condiciones:
- El deudor principal presenta mejoras objetivas: estabilidad laboral, ingresos recurrentes y ratio de endeudamiento bajo.
- Se aporta una garantía alternativa suficientemente sólida (hipoteca sobre un inmueble con bajo LTV, prenda de un depósito a plazo, prenda sin desplazamiento sobre vehículo bien valorado).
- Se reduce el riesgo del préstamo: menor capital pendiente, acortamiento de plazo, o incremento de amortización mensual.
Prepara tu caso con métricas. El ratio de endeudamiento (DTI) es decisivo: por debajo del 30%–35% resulta más cómodo justificar la liberación.
Pasos para solicitar la liberación del avalista
- Revisa el contrato: localiza la cláusula de fianza (solidaria o no), duración, límites, posibles causas de extinción y procedimientos de notificación.
- Diagnóstico de riesgo: calcula ingresos netos, cuotas activas y DTI del deudor; si procede, ofrece un nuevo avalista o una garantía real.
- Prepara la documentación: nóminas, IRPF, vida laboral, contratos, extractos bancarios, informe CIRBE/CIR, tasaciones si aportas garantías, y documento de identidad.
- Solicita por escrito al banco una novación modificativa con liberación del avalista. Expón datos objetivos de mejora y tu propuesta de sustitución/garantía.
- Negocia condiciones y costes: el banco puede cobrar comisión de novación y pedir tasación o nueva documentación. Evita aceptar cambios que agraven el coste sin necesidad.
- Formaliza la novación: en préstamos personales suele ser documentación privada. Si hay hipoteca o prenda registral, se formaliza ante notario y se inscribe.
- Obtén el justificante: exige copia del contrato novado donde conste tu liberación y, si procede, cancelación de tu fianza en el registro correspondiente.
Costes orientativos de liberar a un avalista
Dependerán del tipo de préstamo y si hay garantía registral. Aquí tienes una referencia típica:
Escenario | Costes habituales | Rango orientativo |
---|---|---|
Préstamo personal sin garantías | Comisión de novación | 0,0%–1,0% sobre capital pendiente |
Préstamo con garantía hipotecaria | Comisión de novación + Tasación + Notaría + Registro + Gestoría | 0,0%–0,15% (comisión; puede variar) + 250–450 € (tasación) + 300–700 € (notaría/registro/gestoría) |
Crédito con prenda sin desplazamiento (vehículo) | Comisión de novación + Gastos registrales/notariales | 0,0%–1,0% + 150–400 € |
Ejemplo simple: capital pendiente 12.000 € en un préstamo personal. Si la entidad aplica una comisión de novación del 0,5%, pagarías 60 €. En una hipoteca con 80.000 € pendientes, un pack de gastos (tasación + notaría + registro + gestoría) podría estar en 1.000–1.400 € aprox., según aranceles y provincia.
Ejemplos prácticos
Ejemplo 1: liberación en préstamo personal
Capital pendiente: 10.000 €. Cuota mensual: 220 €. DTI actual del deudor: 25%. Propuesta al banco: liberar al avalista sin sustitución, acreditando mejora de ingresos y antigüedad laboral. El banco acepta con comisión de novación del 0,3% (30 €) y sin variar TIN/TAE ni plazo. Se firma anexo y el avalista queda liberado.
Ejemplo 2: tarjeta revolving con revocación de fianza
Saldo a fecha de solicitud: 2.800 €. Límite de crédito: 5.000 €. Se envía burofax revocando la fianza para usos futuros. El banco confirma que el avalista seguirá respondiendo por los 2.800 € hasta su amortización, pero no por nuevas compras. Se congela el límite o se emite una nueva tarjeta sin aval.
Ejemplo 3: sustitución por garantía real (prenda de vehículo)
Préstamo personal con avalista y 15.000 € pendientes. El deudor aporta un coche valorado en 12.000 € con prenda sin desplazamiento. El banco libera al avalista y registra la prenda. Gastos: 0,5% de comisión (75 €) + 250 € de notaría/registro. Conviene comparar si resultaría más eficiente aportar otro tipo de garantía; como referencia, revisa aval de coche vs aval hipotecario.
Riesgos y advertencias
- No hay derecho automático a liberarte. La entidad puede negarse si considera que el riesgo aumenta. Es una negociación.
- Si existe impago del deudor y eres avalista solidario, pueden reclamarte la deuda completa. Conoce las consecuencias legales de no pagar.
- Evita novaciones que agraven tu responsabilidad sin consentimiento expreso. Si el banco y el deudor modifican el contrato para mal para ti sin tu firma, podrías oponerte.
- En líneas de crédito o tarjetas, la revocación suele operar para disposiciones futuras, no para saldos ya generados.
Contenido informativo. No es asesoramiento jurídico ni financiero personalizado. Consulta condiciones y normativa aplicable con tu entidad o con un profesional colegiado.
Alternativas si el banco no te libera
- Subrogación externa o nueva financiación: cancelar el préstamo con otra entidad que no exija avalista. Compara bien novación, subrogación o nueva hipoteca si hay garantía real.
- Reconfigurar el préstamo: ampliar plazo o pedir carencia para bajar el DTI del deudor y que el banco reevalúe la liberación. Valora su coste real con piezas como carencia vs ampliar plazo vs reunificar.
- Aportar otra garantía: prenda de depósito, valores, seguro de ahorro o vehículo. Si te planteas garantías alternativas, revisa los riesgos y costes antes de firmar.
Documentación útil para la solicitud
- Contrato del préstamo y anexos (localiza la cláusula de fianza).
- DNI/NIE del deudor y del avalista.
- Nóminas 3–6 meses, contrato de trabajo y vida laboral.
- Declaración IRPF, extractos bancarios y certificación de deudas activas.
- Si aportas garantía: tasación (inmueble/vehículo) o certificación del valor del activo (depósito, fondo, PIAS).
- Propuesta escrita de liberación o sustitución con métricas (DTI, LTV, etc.).
Señales de viabilidad (check rápido)
- DTI del deudor ≤ 30%–35% tras la liberación.
- Capital pendiente bajo respecto al original.
- Antigüedad laboral y estabilidad demostrables.
- Garantía aportada con LTV conservador (por ejemplo, ≤ 50%–60% en inmuebles).
Si detectas prácticas abusivas o falta de información precontractual al avalista, revisa cómo elevar una reclamación al Banco de España. Y antes de asumir un aval, entiende bien sus efectos en tu patrimonio con la guía sobre responsabilidades del avalista.