Una línea de crédito personal puede ser una herramienta muy útil para cubrir picos de liquidez puntuales, pero también puede encarecerse si se usa mal. A diferencia de un préstamo, aquí pagas intereses solo por el dinero efectivamente dispuesto y durante los días que lo utilizas. Esa flexibilidad es su ventaja… y también el origen de muchos errores.
- Cómo funciona una línea de crédito (recordatorio rápido)
- Los 10 errores más comunes (y cómo evitarlos)
- 1) Confundir el límite con dinero “extra” fijo
- 2) No calcular la TAE real (y decidir solo por el TIN)
- 3) Dejar el saldo dispuesto todo el ciclo en vez de amortizar en cuanto cobras
- 4) Mantener una línea abierta sin uso y pagar comisiones de disponibilidad
- 5) Excederte del límite o entrar en mora (y activar comisiones de golpe)
- 6) Renovarla automáticamente sin revisar precio y condiciones
- 7) Pedir un límite excesivo que empeora tu scoring (y tu CIRBE)
- 8) Presentar documentación pobre (o desordenada)
- 9) Financiar gasto recurrente con línea de crédito
- 10) No tener plan de salida (ni reglas de uso)
- Reglas prácticas para usar bien tu línea
- Caso práctico: ¿línea o préstamo?
- Negociación y renovación: cómo mejorar precio
- Señales de alerta para cerrar tu línea de crédito
- Conclusión
Guía informativa. No es asesoramiento financiero personalizado. Condiciones y comisiones varían por entidad; confirma siempre la oferta vigente por escrito.
Cómo funciona una línea de crédito (recordatorio rápido)
En una línea de crédito te aprueban un límite (por ejemplo, 5.000 €) y puedes ir disponiendo, devolviendo y volviendo a disponer dentro de ese tope. Los costes típicos son:
- TIN (Tipo de Interés Nominal): tipo anual que se aplica sobre el saldo dispuesto y por días.
- TAE (Tasa Anual Equivalente): incluye intereses y comisiones para reflejar el coste real anual.
- Comisión de apertura/estudio: única, al contratar o renovar.
- Comisión de disponibilidad o mantenimiento (si la hay): suele aplicarse sobre el saldo no dispuesto o como cuota periódica.
- Otras: por excedido del límite, por reclamación de posiciones deudoras, transferencias, etc.
Ejemplo sencillo: límite 5.000 €, TIN 18% y comisión de disponibilidad 0,2% trimestral sobre no dispuesto. Si usas 2.000 € durante 45 días, los intereses serían aprox. 2.000 € x 18% x (45/365) = 44,38 €. La comisión trimestral por disponibilidad sería 0,2% x (5.000 € – 2.000 €) = 6 €, si aplica. La TAE real dependerá de todas las comisiones y de cuánto y cuánto tiempo uses el crédito.
Los 10 errores más comunes (y cómo evitarlos)
1) Confundir el límite con dinero “extra” fijo
Error: gastar como si el límite fuese salario. Riesgo: convertir la línea en deuda permanente y pagar intereses mes a mes sin rebajar principal.
Cómo evitarlo: usa la línea solo para desajustes puntuales de caja (gastos imprevistos o diferidos) y fija un ratio de utilización objetivo: por ejemplo, mantenerla la mayor parte del mes por debajo del 30–50% del límite y “barrer” el saldo con cada ingreso.
2) No calcular la TAE real (y decidir solo por el TIN)
Error: comparar ofertas por TIN ignorando comisiones de apertura, disponibilidad o transferencias. Riesgo: creer que una línea es barata cuando realmente no lo es.
Cómo evitarlo: pide el documento de información precontractual con todas las comisiones y simula la TAE con tu patrón de uso (importe medio, días de disposición, amortizaciones). Te ayudará esta guía para calcular el coste real (TAE).
3) Dejar el saldo dispuesto todo el ciclo en vez de amortizar en cuanto cobras
Error: no devolver nada hasta fin de mes aunque te entre dinero.
Cómo evitarlo: reduce los días medios de disposición. Si cobras nómina el día 1, programa un pago grande ese mismo día. Ejemplo: disponer 1.500 € durante 30 días al 22% TIN cuesta aprox. 27,12 €. Si devuelves 1.000 € al día 15, los intereses caen a ~18,08 € (dos tramos de 1.500 € y 500 €), un 33% menos.
4) Mantener una línea abierta sin uso y pagar comisiones de disponibilidad
Error: conservar una línea “por si acaso” con comisión trimestral.
Cómo evitarlo: si no la usas o la usas una o dos veces al año, renegocia para eliminar o reducir la comisión, baja el límite o ciérrala. Si tu banco te compensa con otros beneficios (por ejemplo, packs de cuenta), pídelo por escrito y revisa el coste efectivo.
5) Excederte del límite o entrar en mora (y activar comisiones de golpe)
Error: pasarte del tope o retrasarte en liquidaciones. Riesgo: comisión por excedido, intereses de demora más altos y posible comunicación negativa interna.
Cómo evitarlo: activa alertas, deja colchón del 5–10% del límite y evita recurrir al descubierto de tu cuenta: suele ser más caro que una línea. Revisa esta comparativa para evitar el descubierto.
6) Renovarla automáticamente sin revisar precio y condiciones
Error: aceptar renovaciones con el mismo TIN o superior sin negociar ni comparar.
Cómo evitarlo: 30–60 días antes de la renovación, presenta extracto de uso (saldo medio, días de disposición, impagos cero) y solicita bajada de TIN y eliminar comisiones. Si no hay mejora, valora cerrarla y pasarla a un préstamo más barato si tu necesidad ya es estable.
7) Pedir un límite excesivo que empeora tu scoring (y tu CIRBE)
Error: solicitar 10.000 € cuando solo necesitas 2.000–3.000 €. Riesgo: algunas entidades valoran el crédito disponible como deuda potencial; además, podrías aparecer en la CIRBE si superas umbrales, afectando futuras solicitudes.
Cómo evitarlo: pide un límite ajustado a tu flujo real y amplíalo más adelante si se justifica con datos (estacionalidad, gastos planificados).
8) Presentar documentación pobre (o desordenada)
Error: enviar nóminas antiguas, extractos sin ordenar o con movimientos opacos.
Cómo evitarlo: prepara una carpeta clara con DNI, justificantes de ingresos, extractos 3–6 meses bien anotados y explicaciones de movimientos relevantes. Mejora tu propuesta con esta checklist de documentación.
9) Financiar gasto recurrente con línea de crédito
Error: usarla para la cesta mensual o suscripciones permanentes. Riesgo: la deuda se cronifica y pagas intereses indefinidamente.
Cómo evitarlo: si es un gasto repetido y estable, ajusta tu presupuesto; si es un gasto único y grande, quizá un préstamo a plazo te saldría mejor por tipo y disciplina de amortización.
10) No tener plan de salida (ni reglas de uso)
Error: vivir siempre con saldo dispuesto y sin fecha para dejarlo a cero.
Cómo evitarlo: fija dos objetivos: a) limpiar a cero al menos 1 mes cada trimestre; b) si te cuesta, consolida la deuda en un préstamo con cuota y fecha fin. Aquí tienes los pasos para cerrar una línea cara y pasarla a un préstamo.
Reglas prácticas para usar bien tu línea
- Regla 30/30: no uses más del 30% del límite y trata de tenerla a cero al menos 30 días por trimestre.
- Amortiza al cobrar: programa devoluciones automáticas el día de nómina.
- Minimiza días: retrasar una disposición 5 días o adelantar la devolución 5 días reduce intereses.
- Evita retiradas en efectivo si tienen comisión adicional; prioriza transferencias a cuenta.
- Negocia cada renovación: prepara números y ofertas comparables.
Caso práctico: ¿línea o préstamo?
Supuesto 1 (línea): límite 3.000 €, TIN 22%, comisión apertura 1% (30 €), comisión disponibilidad 0,2% trimestral. Disposiciones: 1.500 € durante 90 días, devolviendo 500 € al día 30 y 500 € al día 60.
- Intereses aprox.: (1.500 € x 30 días + 1.000 € x 30 días + 500 € x 30 días) x 22% / 365 ≈ (45.000 + 30.000 + 15.000)/365 x 0,22 ≈ 90.000/365 x 0,22 ≈ 54,25 €.
- Disponibilidad aprox.: trimestre con no dispuesto medio 2.000 € → 0,2% x 2.000 € = 4 €.
- Apertura: 30 € (si se prorratea sobre el año, su impacto en TAE sube).
Coste total 90 días: ~54,25 € + 4 € + 30 € = 88,25 €.
Supuesto 2 (préstamo personal): 1.500 € a 18% TIN, 12 meses, comisión apertura 2% (30 €). Intereses del año ~135 €; a 3 meses, ~33,75 € prorrateados, pero con comisión 30 € y sin flexibilidad. Si realmente solo necesitas 90 días y puedes devolverlo rápido, la línea puede ser competitiva pese a un TIN mayor; si vas a tardar 12 meses, el préstamo suele ser mejor por estructura de amortización.
Negociación y renovación: cómo mejorar precio
- Llega con datos: saldo medio, cero impagos, días de disposición y uso esporádico.
- Pide objetivos concretos: bajar TIN 2–4 puntos, eliminar disponibilidad, reducir apertura.
- Comparables: solicita al menos dos ofertas alternativas y preséntalas.
- Plan B: si no mejoran, valora consolidar y cerrar la línea.
Señales de alerta para cerrar tu línea de crédito
- Pagas comisiones fijas y no la usas en 6–12 meses.
- Encadenas meses con saldo alto y no consigues bajarlo.
- La renovación sube el TIN o añade comisiones.
- Te estás acercando al límite y usas la línea para gasto recurrente.
En estos casos, plantéate transformar esa deuda en un préstamo con cuota cerrada y fecha fin.
Conclusión
La línea de crédito es útil si gestionas bien el cuándo y el cuánto dispones. Evita los errores anteriores, calcula siempre el coste real y negocia cada año. Si tu necesidad deja de ser puntual, pasa a un producto a plazo que te imponga disciplina de amortización.
Contenido informativo. Consulte condiciones actualizadas con la entidad.