Si tienes una línea de crédito personal renovable, cada 12 meses (a veces 6 o 24) tu entidad revisa el producto: puede renovarlo igual, subir o bajar el límite, cambiar el tipo de interés o, directamente, no renovarlo. Entender qué miran, cómo prepararte y cuándo te compensa seguir con una línea o convertirla en un préstamo puede ahorrarte dinero y sustos.
- Qué significa “renovar” una línea de crédito personal
- Qué revisa el banco al renovar: factores que de verdad pesan
- 1) Uso de la línea
- 2) Comportamiento de pago
- 3) Ingresos y estabilidad
- 4) Endeudamiento y CIRBE
- 5) Extractos y hábitos
- 6) Incidencias
- 7) Vinculación y otros
- Cómo prepararte 90–120 días antes de la renovación
- Cómo negociar la renovación (y qué pedir)
- Ejemplos numéricos: el coste real según uso y comisiones
- ¿Renovar o convertir la línea en un préstamo?
- Casos especiales y riesgos
- Estar en ASNEF
- Autónomos o ingresos variables
- Cláusulas a vigilar
- Errores frecuentes al renovar (y cómo evitarlos)
- Checklist rápido antes de pedir la renovación
En esta guía te explico, con números, cómo funciona la renovación, cómo negociar y señales para decidir si renovar, migrar a otro banco o cerrar la línea y pasarla a un préstamo. Contenido informativo. Consulta condiciones actualizadas con la entidad.
Qué significa “renovar” una línea de crédito personal
Una línea de crédito personal es un límite de dinero que puedes usar, devolver y volver a usar, pagando intereses solo por lo dispuesto. La renovación es la “ITV” anual del producto: la entidad reevalúa tu riesgo y decide si mantiene condiciones, las modifica o cancela la línea al vencimiento del periodo.
Escenarios habituales en una renovación:
- Renovación sin cambios: se mantiene límite, TIN/TAE, comisiones y calendario de revisión.
- Renovación con cambios de precio: varía el TIN (tipo nominal), la comisión de disponibilidad/no utilización, o la comisión de renovación.
- Renovación con cambio de límite: suben o bajan el límite (p. ej., de 6.000 € a 4.500 € si has ido “al 90 %” muchos meses).
- No renovación: comunican cancelación al vencimiento; tendrás que amortizar el saldo dispuesto según lo pactado (a veces en cuotas mensuales, otras todo a vencimiento).
Importante: algunas líneas incluyen comisión de renovación (p. ej., 1 % sobre el límite) o comisión de no disponibilidad (p. ej., 0,5 % anual sobre el saldo no usado). Su impacto en la TAE puede ser relevante; puedes ver cómo se calcula en esta guía para calcular el coste real (TAE) de una línea de crédito.
Qué revisa el banco al renovar: factores que de verdad pesan
Las entidades aplican un “review” de riesgo similar al alta, pero con foco en tu comportamiento durante el último año.
1) Uso de la línea
- Disposición media: qué porcentaje del límite has usado de media (mejor por debajo del 40 %).
- Rotación y entradas: si usas y repagaste varias veces, demuestra rotación sana.
- Topes y picos: peor si te mantienes muchos meses por encima del 80 % del límite.
2) Comportamiento de pago
- Puntualidad: retrasos, impagos, regularizaciones.
- Descubiertos en tu cuenta asociada: señales negativas, aunque sean pequeños.
3) Ingresos y estabilidad
- Nómina o ingresos: importe, estabilidad, antigüedad en el empleo y tipo de contrato.
- Variaciones: bajadas significativas pesan en contra si no están justificadas.
4) Endeudamiento y CIRBE
- Ratio de endeudamiento (DTI): suma de cuotas frente a ingresos netos (ideal < 35 %). Aprende a calcularlo y a limitarlo en tu caso.
- CIRBE: exposición global con entidades. Bajar líneas o límites infrautilizados ayuda. Ver cómo hacerlo en cómo reducir tu CIRBE.
5) Extractos y hábitos
- Movimientos de cuenta: orden, ingresos recurrentes, sin cargos devueltos. Detalles prácticos en qué miran los bancos en tus extractos.
6) Incidencias
- Ficheros de morosidad (ASNEF, BADEXCUG, RAI): estar incluido suele impedir la renovación salvo que tengas garantía sólida y regularices.
7) Vinculación y otros
- Productos vinculados: nómina domiciliada, recibos, seguros. A veces rebajan precio si concentras tu operativa.
- Antigüedad y siniestralidad: años como cliente y ausencia de incidencias ayudan.
Cómo prepararte 90–120 días antes de la renovación
Empieza a tiempo. Un trimestre bien planificado cambia el resultado del review.
- Reduce tu disposición media: si estás por encima del 60–70 %, intenta bajar por debajo del 40 % antes del corte (p. ej., amortiza 500–1.000 € si puedes).
- Evita descubiertos y recibos devueltos: activa alertas y deja colchón (300–600 €) en la cuenta asociada.
- Normaliza ingresos: ingresa nómina/ingresos en la cuenta donde domicilias la línea; evita traspasos entre muchas cuentas sin sentido.
- Ordena tu CIRBE: cancela microcréditos y líneas en desuso; si tienes varias líneas, valora consolidar. Guía útil: cerrar una línea de crédito cara y pasarla a un préstamo más barato.
- Reúne la documentación: DNI, nóminas/IRPF, vida laboral, extractos 3–6 meses, contrato laboral. Consulta el detalle en la documentación para pedir una línea de crédito personal.
- Cuida tu DTI: si puedes, amortiza deuda de mayor TAE para rebajar tu ratio.
Consejo: si prevés un mal review, aprovecha estos meses para buscar alternativas en paralelo. Negocia con datos en la mano.
Cómo negociar la renovación (y qué pedir)
Lleva una propuesta clara. Estos puntos ayudan:
- Argumentario: antigüedad como cliente, uso ordenado de la línea, reducción de incidencias, subida de ingresos o estabilidad laboral, mejora del DTI.
- Precio: pide bajar TIN y comisiones (apertura/renovación/no disponibilidad). A igualdad de riesgo, muchos bancos ajustan.
- Límite: si has ido apurado, mejor pedir un límite acorde a tu uso real (evita tanto quedarte corto como sobredimensionar la CIRBE).
- Calendario: solicita revisión anual (no semestral) si tienes estacionalidad.
- Vinculación inteligente: valora domiciliar nómina o recibos solo si compensa económicamente (haz números en TAE).
Evita aceptar seguros o productos que no necesitas solo por “mejorar el precio”. Si contratas un seguro de protección de pagos, revisa coberturas, carencias y coste.
Ejemplos numéricos: el coste real según uso y comisiones
Ejemplo 1. Línea de 5.000 €, TIN 18 %, comisión de renovación 1 % (50 €) y comisión de no disponibilidad 0,5 % anual.
- Uso medio 80 % (4.000 €) durante 12 meses: intereses ≈ 720 € (4.000 € x 18 %), comisión de no disponibilidad ≈ 5 € (0,5 % de 1.000 €), renovación 50 €. Coste total ≈ 775 €. TAE efectiva sube por comisiones.
- Uso medio 30 % (1.500 €): intereses ≈ 270 €, no disponibilidad ≈ 17,5 € (0,5 % de 3.500 €), renovación 50 €. Coste total ≈ 337,5 €. La TAE disparada por comisiones fijas puede hacerla poco eficiente si usas poco la línea.
Moraleja: si usas la línea como un préstamo permanente (disposición alta y estable), quizá te interese migrar a un préstamo personal con TAE más baja. Si la usas para picos puntuales y la mayoría del año está holgada, te compensa la flexibilidad, pero intenta eliminar comisiones de renovación/no disponibilidad o minimizarlas. Aprende a calcular la TAE real de tu línea antes de decidir.
¿Renovar o convertir la línea en un préstamo?
Señales de que quizá te conviene convertirla en préstamo personal:
- Uso estructural > 70 % del límite durante la mayor parte del año.
- Cuota mensual semejante a la de un préstamo, pero con TAE claramente mayor por comisiones.
- Necesidad estable (reforma, reunificación, vehículo, etc.), no picos.
Señales para mantener y renovar tu línea:
- Uso variable y puntual por estacionalidad o imprevistos.
- Capacidad de amortizar rápido y dejarla sin uso muchos meses.
- Coste competitivo (sin comisiones elevadas) y flexibilidad que valoras.
Si decides migrar, mira esta guía con pasos y números sobre cerrar una línea de crédito cara y pasarla a un préstamo más barato. Y repasa las diferencias entre préstamo y línea de crédito para elegir bien.
Casos especiales y riesgos
Estar en ASNEF
Si entras en un fichero de morosidad durante el periodo, la entidad puede no renovar o incluso cancelar la línea al vencimiento. Regulariza y solicita baja fehaciente del fichero cuanto antes.
Autónomos o ingresos variables
Prepara declaración de IRPF, resúmenes trimestrales y justificantes de facturación. Demuestra estacionalidad razonable y capacidad de repago en meses flojos.
Cláusulas a vigilar
- Vencimiento anticipado por impagos o deterioro de riesgo.
- Comisiones “ocultas”: renovación automática, estudio, modificación de condiciones.
- Revisión unilateral de precio sin causa objetiva. Negocia límites y transparencia.
Aviso de riesgo: las líneas de crédito son productos útiles pero pueden resultar caros si se usan como préstamos permanentes o si acumulan comisiones. Planifica y compara TAE.
Errores frecuentes al renovar (y cómo evitarlos)
- Llegar al review al 90–100 % de uso: baja la disposición semanas antes.
- Confundir TIN con TAE: el TIN no incluye comisiones; la TAE sí.
- No preparar la documentación: entrega todo en la primera solicitud para agilizar.
- Aceptar vinculación sin números: solo si la rebaja compensa.
- No comparar alternativas: ten un plan B.
Te ayudará repasar los errores comunes al usar una línea de crédito personal y cómo evitarlos.
Checklist rápido antes de pedir la renovación
- Baja tu uso medio por debajo del 40 % si es posible.
- Sin descubiertos ni recibos devueltos en los últimos 3–6 meses.
- DTI por debajo del 35 % y CIRBE optimizada.
- Documentación al día y extractos limpios.
- Argumentario y objetivos claros de precio/límite.
- Plan B decidido: renovar, migrar a préstamo o cambiar de entidad.
Contenido informativo, no es asesoramiento financiero personalizado. Condiciones y comisiones varían por entidad y perfil. Verifica siempre las ofertas finales por escrito.