Si necesitas un empujón de liquidez y un familiar o amigo está dispuesto a avalarte, puedes optar por dos vías muy distintas: un préstamo personal con avalista o una línea de crédito con avalista. Aunque ambas comparten la garantía personal del aval, su lógica de uso, su estructura de costes y sus riesgos son diferentes.
- Qué implica añadir un avalista en cada producto
- Préstamo vs línea de crédito con avalista: diferencias clave
- Costes reales que debes comparar (con ejemplos)
- 1) Préstamo con avalista (ejemplo orientativo)
- 2) Línea de crédito con avalista (ejemplo orientativo)
- Requisitos y documentación: qué te pedirán a ti y al avalista
- Riesgos para el avalista y cómo protegerle
- Cuándo conviene cada uno
- Elige préstamo con avalista si...
- Elige línea de crédito con avalista si...
- Dos casos prácticos con números
- Caso A: Gasto puntual y cerrado
- Caso B: Liquidez por picos
- Comisiones y letra pequeña a vigilar
- Cómo negociar mejor (y no tensar al avalista)
- Pasos para tramitarla bien
- Conclusión
En esta guía te explico, con números sencillos, cuándo conviene cada opción, qué comisiones mirar y cómo proteger al avalista. Recuerda: TIN es el tipo nominal anual y TAE refleja el coste total anual (incluye comisiones y la forma de pago).

Qué implica añadir un avalista en cada producto
En ambos casos el avalista responde si tú no pagas. Lo habitual es que el aval sea solidario (la entidad puede reclamar directamente al avalista). Es clave entender cómo está pactada esa responsabilidad porque impacta en el riesgo del garante.
- En un préstamo, el avalista respalda todo el calendario de cuotas.
- En una línea de crédito, el avalista responde del límite, las disposiciones e intereses, y potenciales excedidos.
Antes de firmar, conviene revisar si el aval es solidario o mancomunado y si puede pactarse un límite. Aquí tienes una explicación clara de las diferencias en aval solidario vs mancomunado y cómo limitar un aval para acotar riesgos.
Préstamo vs línea de crédito con avalista: diferencias clave
| Aspecto | Préstamo con avalista | Línea de crédito con avalista |
|---|---|---|
| Uso típico | Necesidad puntual y concreta (importe cerrado) | Liquidez flexible para picos y reposiciones |
| Disposición del dinero | Se entrega todo al inicio | Dispones solo cuando lo necesitas, dentro del límite |
| Cuota | Fija o con calendario amortizable | Pagas intereses de lo dispuesto; amortización flexible |
| Comisiones habituales | Apertura; posible amortización anticipada | Apertura; disponibilidad/trimestral; excedidos si te pasas |
| Coste total | Predecible si mantienes el plan | Más barato si usas poco; más caro si mantienes saldos altos |
| Renovación | No aplica (es a plazo) | Suele revisarse y renovarse anual o semestralmente |
| Control del gasto | Al estar cerrado, ayuda a no «reabrir» deuda | Requiere disciplina para no vivir siempre «en crédito» |
Para un repaso específico de cada producto con avalista, te puede ayudar ver en detalle la línea de crédito con avalista y el préstamo personal con avalista.
Costes reales que debes comparar (con ejemplos)
1) Préstamo con avalista (ejemplo orientativo)
Importe: 6.000 € a 24 meses. TIN 9,0%. Comisión de apertura 2% (120 €).

- Cuota aproximada: 274–280 € al mes.
- Intereses totales aproximados: 500–600 €.
- Coste inicial: 120 € (apertura).
TAE aproximada: 10,5%–12,5% en función de comisiones y calendario. Si amortizas antes de tiempo, puede existir comisión de amortización anticipada dentro de los límites legales.
2) Línea de crédito con avalista (ejemplo orientativo)
Límite: 6.000 € durante 12 meses. TIN 14,0%. Comisión de apertura 1% (60 €). Comisión de disponibilidad 0,30% trimestral sobre el límite.
- Si solo usas 3.000 € durante 6 meses: intereses ~ 3.000 € x 14% x 0,5 = 210 €.
- Disponibilidad: 0,30% x 2 trimestres x 6.000 € = 36 €.
- Apertura: 60 €.
Coste total aproximado: 306 €. Aquí la TAE depende mucho de la utilización: si usas poco y por poco tiempo, el coste efectivo puede ser muy competitivo frente a un préstamo; si mantienes saldo alto todo el año, puede salir más caro que un préstamo.
Consejo: compara siempre TAE. Aquí tienes cómo se desglosan las comisiones más comunes en una línea de crédito personal y en un préstamo personal.

Requisitos y documentación: qué te pedirán a ti y al avalista
La entidad revisa vuestra solvencia conjunta. Preparad con orden para acelerar la aprobación:
- DNI/NIE, estado civil y empadronamiento.
- Ingresos: nóminas/IRPF; para autónomos, IRPF y modelos trimestrales.
- Extractos bancarios de 3–6 meses (movimientos y estabilidad).
- Deudas vigentes, CIRBE y posibles ficheros de morosidad.
- Para línea de crédito: justificación de necesidades de liquidez recurrente (picos estacionales, pagos periódicos).
Para organizar papeles y tiempos, apóyate en estas guías: documentación para pedir una línea de crédito personal y documentación para un préstamo personal.
Riesgos para el avalista y cómo protegerle
- El avalista puede ser reclamado directamente si el aval es solidario.
- Un impago puede llevar a ficheros de morosidad y embargos para ambos.
- En líneas de crédito, cuidado con los excedidos y comisiones por sobrepasar el límite.
Medidas de protección razonables:
- Intentar aval mancomunado o aval limitado por importe y plazo.
- Cláusula de información periódica al avalista sobre el estado del crédito.
- Definir por escrito el plan de salida (cancelación/renovación) y responsabilidades.
Amplía aquí: solidario vs mancomunado y aval limitado en préstamos.

Cuándo conviene cada uno
Elige préstamo con avalista si…
- Tienes una compra o gasto concreto y no necesitarás volver a disponer.
- Quieres cuota predecible y fecha clara de fin.
- El banco te ofrece un TIN/TAE mejor que en la línea y con pocas comisiones.
Elige línea de crédito con avalista si…
- Vas a tener picos puntuales de caja (ej.: temporada alta/baja, pagos trimestrales) y te interesa pagar intereses solo por lo usado.
- Valoras la flexibilidad para disponer, amortizar y volver a disponer.
- Eres disciplinado y no vas a mantener saldos altos mucho tiempo (o te saldrá cara).
Dos casos prácticos con números
Caso A: Gasto puntual y cerrado
Necesitas 5.000 € para una reforma pequeña, a 18 meses.
- Préstamo (TIN 8,5%, apertura 1,5%): coste total aproximado 450–550 €.
- Línea (TIN 13,5%, apertura 1%, disponibilidad 0,30%/trimestre). Si usas 5.000 € casi todo el periodo, el coste puede superar 600–700 €.
Resultado: préstamo más eficiente.
Caso B: Liquidez por picos
Necesitas 3.000 € durante 2–3 meses, varias veces al año (impuestos trimestrales y recibos concentrados).
- Préstamo 5.000 € a 12 meses por si acaso: pagarás intereses por todo el capital desde el día 1.
- Línea 5.000 €: intereses solo en los meses de uso + disponibilidad (baja). Coste anual probable inferior al del préstamo.
Resultado: línea más eficiente si controlas la utilización.
Comisiones y letra pequeña a vigilar
- Apertura/estudio: negocia o compara. Impactan mucho en la TAE cuando el plazo es corto.
- Disponibilidad (líneas): se cobra aunque no uses el dinero; calculada sobre el límite.
- Excedidos (líneas): evita sobrepasar el límite; suelen ser caros.
- Amortización anticipada (préstamos): revisa el coste legal antes de devolver antes de tiempo.
- Renovaciones (líneas): el banco puede revisar condiciones o pedir amortizaciones parciales.
Revisa estas dos guías para detectar y reducir costes: comisiones de líneas y comisiones de préstamos. Y, si optas por la línea, evita errores habituales como los que explicamos en 10 errores comunes al usar una línea de crédito.
Cómo negociar mejor (y no tensar al avalista)
- TAE en mano: solicita Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN) y compara TAE, no solo TIN.
- Comisiones tope: pide tope o exención de disponibilidad si el uso anual es bajo.
- Cláusulas de información: pacta que el avalista reciba avisos de impago o cambios en la línea.
- Límite del aval: intenta limitarlo por importe y plazo, especialmente en líneas renovables.
- Plan de salida: define por escrito cuándo cancelar o convertir a préstamo si el uso es permanente.
Pasos para tramitarla bien
- Define la necesidad de financiación: precisa si es puntual o recurrente.
- Prepara documentación ordenada (ingresos, extractos, deudas).
- Compara 2–3 ofertas, pidiendo TAE y comisiones por escrito.
- Revisa el clausulado de aval (tipo de aval, límites, renovaciones).
- Firma solo cuando tengáis claro el coste total y el plan de uso.
Conclusión
Con avalista, el préstamo personal es normalmente más conveniente para necesidades cerradas y a plazo definido. La línea de crédito gana cuando hay picos de tesorería y disciplina para usarla poco tiempo. En ambas, protegéis al avalista si limitáis su responsabilidad, vigiláis comisiones y mantenéis una comunicación transparente durante toda la vida del contrato.
Contenido informativo. Consulte condiciones actualizadas con la entidad. No constituye asesoramiento financiero personalizado.
