Ser avalista de un familiar o amigo es un compromiso serio. Pero, ¿qué pasa cuando tú necesitas financiación? En España, estar como avalista afecta a tu perfil de riesgo, a lo que ven los bancos en sus sistemas y al límite de deuda que te conceden. En esta guía te explico, con ejemplos claros, cómo te impacta y qué puedes hacer para mejorar tus opciones sin comprometer tu estabilidad financiera.
- Qué significa ser avalista a ojos del banco (y por qué te afecta)
- Cómo te afecta al pedir un nuevo préstamo (DTI, CIRBE y scoring)
- Ejemplo 1: préstamo personal avalado
- Ejemplo 2: avalista de hipoteca
- Qué miran los bancos exactamente (y cómo prepararte)
- Documentación y señales que revisan
- Tabla-resumen: cómo impacta ser avalista y qué aportar
- Estrategias para mejorar tus opciones si eres avalista
- 1) Limitar el aval (si aún no has firmado) o renegociarlo
- 2) Acelerar la salida del aval
- 3) Reducir tu CIRBE antes de solicitar
- 4) Blindar tu perfil de ingresos y cuenta
- 5) Ajustar el producto a tu uso real
- Errores comunes (y cómo evitarlos)
- Casos prácticos con números orientativos
- Caso A: avalista de 8.000 € que pide 5.000 €
- Caso B: avalista de hipoteca larga que quiere un préstamo coche
- Caso C: aval con incidencias leves
- Si ya eres avalista: vías para reducir el impacto
- Ideas de producto cuando el aval te limita
- Conclusión
Contenido informativo. No es asesoramiento financiero personalizado. Consulta siempre las condiciones actualizadas con la entidad.

Qué significa ser avalista a ojos del banco (y por qué te afecta)
Al firmar como avalista te comprometes a pagar la deuda si el titular no lo hace. En la práctica, para el banco esto es un riesgo indirecto que cuenta en su análisis de solvencia. Dos puntos clave:
- Responsabilidad: En aval solidario (el más habitual) el banco puede exigirte el 100% si hay impago del titular; en aval mancomunado, la responsabilidad se reparte por porcentajes o importes.
- Visibilidad: Ese riesgo suele aparecer en la CIRBE (Central de Información de Riesgos del Banco de España) como aval o garantía prestada. La entidad que evalúa tu nueva solicitud lo tendrá en cuenta. Puedes ver cómo funciona y qué se reporta en esta guía sobre la CIRBE.
Además del registro en CIRBE, el banco considera el aval en su ratio de endeudamiento (DTI) y en su scoring. Aquí es donde suele bloquear o reducir nuevas concesiones.
Cómo te afecta al pedir un nuevo préstamo (DTI, CIRBE y scoring)
La mayoría de entidades limitan el DTI (porcentaje de tus ingresos netos que ya se van a deudas) al 30–40% en préstamos personales. Cuando eres avalista, una parte de esa deuda avalada puede computar para estimar tu capacidad de pago. No siempre computa el 100% de la cuota avalada, pero muchas políticas internas suman el importe total si el préstamo avalado está tensionado (impagos, uso elevado, o si el titular tiene ingresos ajustados).

Ejemplo 1: préstamo personal avalado
Ingresos netos: 1.800 € al mes. Deudas propias: 250 € (préstamo coche). Aval: préstamo de 10.000 € de un familiar con cuota 220 €.
- DTI con deudas propias: 250/1.800 = 13,9%.
- Si la entidad computa el 100% de la cuota avalada: (250+220)/1.800 = 26,1%.
- Si pides un nuevo préstamo con cuota estimada de 220 €, el DTI pasaría a 38,3% con el aval contado, muy cerca del límite de confort del banco.
Ejemplo 2: avalista de hipoteca
Ingresos netos: 2.100 €. Deudas propias: 0 €. Aval: hipoteca de 150.000 € con cuota 550 €.
- Si el banco computa el 50% de la cuota avalada (criterio prudente intermedio): 275/2.100 = 13,1%.
- Si solicitas un préstamo de 15.000 € a 5 años con cuota 325 €, el DTI resultante sería 28,6% (aceptable). Si la entidad, en cambio, computa el 100%, el DTI se iría al 41,7% (probable denegación o reducción de importe).
Además del DTI, el banco mirará: si el préstamo avalado tiene incidencias (retrasos, refinanciaciones), cuánto tiempo queda, si el titular del aval mejora ingresos o reduce deuda, y si tú tienes colchón de ahorro.

Qué miran los bancos exactamente (y cómo prepararte)
Para evitar sorpresas, prepara una solicitud impecable. Aportar documentación clara reduce incertidumbre y te acerca a la aprobación.
Documentación y señales que revisan
- Extractos bancarios (90–180 días): hábitos de gasto, estabilidad de ingresos, ausencia de descubiertos. Aquí te ayuda repasar qué miran y cómo limpiar movimientos en esta guía práctica.
- Detalle del préstamo avalado: cuadro de amortización, cuota actual, saldo pendiente, si hay o no impagos. Si puedes, adjunta un certificado de estar al corriente del titular.
- CIRBE reciente: solicitar y adjuntar tu informe demuestra transparencia. Complementa con este artículo para reducir tu CIRBE antes de solicitar.
- Ratio de endeudamiento calculado: lleva tu propio DTI con ingresos y deudas actualizados. Aquí puedes ver cómo calcularlo paso a paso: DTI en España.
Tabla-resumen: cómo impacta ser avalista y qué aportar
| Factor | Impacto típico | Qué aporta puntos |
|---|---|---|
| DTI (deuda/ingresos) | Puede subir si computan la cuota avalada | Justificar que el titular paga bien; amortización parcial del aval; ingresos estables |
| CIRBE | Aparece como riesgo indirecto | Informe reciente; explicar vencimientos y cobertura |
| Scoring | Penaliza si hay incidencias o alto endeudamiento del titular | Certificado sin impagos; ahorros; estabilidad laboral |
| Plazo restante del aval | Cuanto más largo, más prudente será el banco | Plan de salida (liberar/limitar aval) con fechas y pruebas |
Estrategias para mejorar tus opciones si eres avalista
Hay margen de maniobra. Cuanto más acotes tu responsabilidad y más limpies tus riesgos, más fácil que te aprueben.
1) Limitar el aval (si aún no has firmado) o renegociarlo
Si estás a tiempo, negocia un aval limitado (importe máximo y/o plazo). Es una protección efectiva y, a futuro, impacta menos en tu solvencia. Profundiza en cómo pactarlo y los riesgos en esta guía sobre aval limitado y en las diferencias entre aval solidario vs mancomunado.
2) Acelerar la salida del aval
Si ya eres avalista, valora opciones para reducir tu exposición:

- Amortización parcial del préstamo avalado para bajar cuota/saldo.
- Cambio o liberación del avalista cuando el titular mejore su perfil o aporte otra garantía. Explicado con vías y costes en cómo liberarte como avalista o, si sois varios, añadir/cambiar/liberar avalista.
- Refinanciación del titular para eliminar o reducir tu aval (por ejemplo, sustituyéndolo por garantía real).
3) Reducir tu CIRBE antes de solicitar
Pequeños movimientos con efecto grande: cerrar líneas de crédito infrautilizadas, rebajar límites, cancelar tarjetas con saldo cero, consolidar deudas caras. Aquí tienes un paso a paso para reducir tu CIRBE.
4) Blindar tu perfil de ingresos y cuenta
- Estabilidad laboral/ingresos: evita cambios justo antes de pedir el préstamo; documenta variables con promedios 6–12 meses.
- Cuenta “limpia” 90–180 días: sin descubiertos, sin juegos de saldos al límite, sin apuestas online recurrentes. Detalles útiles en qué miran los bancos en tus extractos.
- Ahorro disponible: mejora scoring y sirve de colchón si el aval se activa.
5) Ajustar el producto a tu uso real
No pidas más de lo necesario. A veces una línea de crédito por un importe modesto y uso puntual tiene menos impacto que un préstamo grande a largo plazo. Compara pros y contras: préstamo vs línea de crédito.
Errores comunes (y cómo evitarlos)
- Creer que ser avalista “no cuenta”: aunque no pagues la cuota, el riesgo existe y puede limitar tu concesión.
- No revisar tu CIRBE antes de solicitar: evita sorpresas y corrige errores si los hay.
- Solicitar importes altos sin justificar necesidad: eleva el DTI y reduce probabilidad de aprobación.
- Presentar documentación incompleta sobre el préstamo avalado: genera desconfianza y denegaciones preventivas.
- Firmar aval solidario ilimitado cuando podías pactar límites o mancomunación.
- Acumular solicitudes en poco tiempo: puede dañar tu scoring. Aquí te explican cuántas solicitudes puedes hacer sin perjudicarte.
- Ignorar impagos del titular: si caen en mora, tu propio acceso al crédito se puede cerrar de golpe.
- No planificar la salida del aval: sin fecha ni condiciones claras, es un lastre a largo plazo.
Casos prácticos con números orientativos
Caso A: avalista de 8.000 € que pide 5.000 €
Datos: ingresos 1.600 €, cuota avalada 160 €, sin deudas propias. Pide 5.000 € a 36 meses (~160 €).
- DTI con aval computando 100%: 160/1.600 = 10% (antes de pedir). Con el nuevo préstamo: (160+160)/1.600 = 20% → Aprobable si extractos limpios.
- Mejora posible: aportar certificado del titular sin incidencias y ahorro de 1.500 €.
Caso B: avalista de hipoteca larga que quiere un préstamo coche
Datos: ingresos 2.000 €, aval de hipoteca con cuota 600 € (quedan 25 años), sin deudas propias. Pide 12.000 € a 60 meses (~260 €).
- Si la entidad computa el 50% del aval: (300+260)/2.000 = 28% → Probable aprobación.
- Si computa 100%: (600+260)/2.000 = 43% → Riesgo de denegación; solución: alargar a 72 meses (cuota ~215 €) para bajar DTI a 40,8% y aportar ahorro/seguro de protección de pagos (ojo a costes).
Caso C: aval con incidencias leves
Datos: ingresos 1.900 €, aval de préstamo personal con dos retrasos de 7 días en el último año (ya regularizados), cuota avalada 190 €. Pide 8.000 € a 48 meses (~200 €).

- Aunque el DTI pueda ser razonable, las incidencias del aval bajan el scoring. Recomendable esperar 3–6 meses sin retrasos, y/o que el titular amortice 1.500 € para bajar cuota a 160 €. Nuevo DTI: (160+200)/1.900 = 18,9%.
Si ya eres avalista: vías para reducir el impacto
Además de optimizar DTI y CIRBE, plantéate una salida ordenada del aval. Si el titular ya está más sólido, puede pedir una novación o sustitución de garantía. Si el avalista fallece o hay cambios familiares, las responsabilidades se transmiten; infórmate bien sobre qué pasa si fallece el avalista.
Y si te piden ser avalista y estás valorándolo, repasa primero las responsabilidades legales del avalista y las formas de acotar el riesgo.
Ideas de producto cuando el aval te limita
Si tu nuevo préstamo se complica por el aval, explora alternativas:
- Importe menor o plazo mayor para reducir la cuota, manteniendo el DTI en rango.
- Garantía real moderada (por ejemplo, prenda de un vehículo de valor suficiente) en lugar de aumentar avales personales. Si te interesa esta vía, empieza entendiendo cuándo elegir préstamo vs línea.
- Amortización parcial del aval previa a tu solicitud, para rebajar lo que el banco te computa.
Conclusión
Ser avalista no te impide pedir un préstamo, pero sí condiciona la evaluación: puede subir tu DTI, aparecer en CIRBE y bajar tu scoring si hay incidencias. La clave es anticiparte: revisa tu CIRBE, calcula tu DTI, aporta pruebas de buen pago del préstamo avalado, limita o planifica tu salida del aval y ajusta el producto a tu capacidad real. Con preparación y transparencia, tus opciones de aprobación mejoran sensiblemente.
Contenido informativo. Consulta condiciones y políticas de riesgo actualizadas con cada entidad.
